Vinos singulares 

En esta segunda entrada del blog, venimos a presentarte dos de los vinos más singulares de España que puedes probar aquí.

Pero antes hagamos un recorrido por la historia de su bodega. Galindo San Millan nace al juntarse dos familias, la Galindo y la San Millan las cuales decidieron plantar y cultivar viñas en diferentes pagos de la meseta Zamorana.

Esto duró hasta 1984, y hoy dos de sus descendientes  han querido conservar este testigo y continuar con esta tradición. ‘’Con una mimada producción de vino elaborada en lo que posiblemente es una de las bodegas más minúsculas del país.’’

Sus productores nos cuentan: ‘’La vendimia se hace a mano en cajas de 20 kilos a primera hora de la mañana para llevarla inmediatamente a la bodega y que la uva llegue fresca. Una vez recepcionada la uva se despalilla con máquina y se macera en frío un mínimo de 12 horas ayudado por nieve carbónica. Posteriormente se prensa en una pequeña prensa vertical y el mosto resultante se desfanga durante toda una noche. Luego el mosto se trasiega a una barrica nueva de roble francés y a un pequeño depósito de acero inoxidable de 1000 litros donde fermentará a baja temperatura. Una vez acabada la fermentación el vino permanece en contacto con sus lías un mínimo de 6/8 meses. Durante este periodo de tiempo se realizan batonagges para poner las lías en contacto con todo el vino. Finalmente se hace un coupage. El vino no se clarifica. Únicamente se filtra ligeramente antes de embotellarlo, encorcharlo y etiquetarlo a mano.’’ 

De este proceso tan meticuloso nace La Miaja y la Pizca

La miaja se describe como Un verdejo de Toro para amantes de lo exclusivo. Un vino único. Este vino que proviene de una viña única, con un 95% de verdejo y un 5% de malvasía y godello es pura magia, por ser una obra de arte manual. Donde se cuida cada uva desde la brotación hasta la entrada a bodega.